Desde nuestro Bureau en España con Omar Fuertes Rizzo
Honda cumple una década desde que su tecnología de Transmisión de Doble Embrague (DCT) se lanzó por primera vez es su gama de dos ruedas.
El primer modelo en equipar esta avanzada tecnología fue la sports tourer VFR1200F. Desde entonces, el sistema DCT de Honda sigue siendo algo único en el mundo de las dos ruedas motorizadas.
En total, se han vendido en Europa más de 140.000 motocicletas con DCT y en 2019 el 45% de las Africa Twin, el 52% de las NC750X y el 67% de las Gold Wing vendidas en Europa fueron en versión DCT.
Su éxito se debe en gran medida a la constante evolución de esta tecnología, con refinamientos en la suavidad y programación de los cambios de marcha, y a las adaptaciones para ajustarla a las características de conducción requeridas por una amplia gama de modelos diferentes.
Entre los ejemplos se incluiría la adición de un ‘Interruptor G’ de enfoque off-road para las Africa Twin y X-ADV, o la sincronización con el Asistente de Arranque en Pendiente (Hill Start Assist), el Modo de Marcha Lenta (Walking Mode) y el Paro al Ralentí (Idling Stop) en la Gold Wing GL1800, buque insignia del turismo de lujo.
¿Qué es el DCT?
El DCT es una caja de cambios automática con activación electro-hidráulica del embrague y del selector del cambio.
Se compone de un par de conjuntos de embragues independientes alojados en una misma unidad, cada uno de los cuales está conectado a un conjunto separado de engranajes de cambio – un embrague trabaja con los engranajes de 1ª, 3ª y 5ª marcha, el otro con los engranajes de 2ª, 4ª y 6ª marcha.
Los cambios de marcha se pueden realizar o bien en modo Manual por el conductor, utilizando unos interruptores tipo gatillo en el manillar izquierdo, o bien en modo automático según la programación de cambios de marcha de acuerdo a unos parámetros monitorizados constantemente, incluyendo la velocidad del vehículo, las rpm del motor y el ángulo de apertura del acelerador.
En ninguno de los casos hay necesidad de una maneta de embrague ni de una palanca de cambio.
Durante un cambio de marcha, cuando un embrague desembraga el otro embrague embraga simultáneamente la marcha seleccionada para asegurar un cambio preciso, ultrarrápido, sin brusquedad y sin pérdida de tracción a la rueda trasera.
Además de las ventajas naturales que trae consigo para conducción deportiva, el DCT también permite al conductor concentrarse más en la conducción, en su trayectoria de marcha, en los puntos de frenada, en las curvas y en la aceleración.
Otras ventajas incluyen la reducción de la fatiga del conductor, menor estrés en conducción urbana, imposibilidad de calar el motor y gran reducción del balanceo durante los cambios de marcha.